Antes de entrar |
Jose entrando en la sima |
Antes de dirigirnos a la cueva, fuimos a tomarnos unos cafés calentitos y a
comprar pan para el almuerzo…ya sabéis: lo primero, es lo primero.
Juanma bajando el pozo de entrada |
Hace un par de años ya vinimos a esta sima, pero entonces no
la recorrimos toda. Ahora veníamos con la idea de acceder a la parte que no
pudimos hacer la vez anterior.
La Sima Blanca es una cavidad de formación mayoritariamente
tectónica; es decir, por un pliegue del terreno que se agrieta, formando una
fisura vertical que, en este caso, es luego alterada por el agua.
Jose Luis y Jose |
La boca de entrada, de escasos 50 centímetros de diámetro, nos da acceso a un pozo de 19 metros de profundidad. Se trata un pozo acampanado, cuya base inicia una rampa de considerable inclinación que hace necesario el uso de cuerda. Tras esta pendiente se llega a un pequeño resalte de tres metros que hay que descender y que pone fin al primer tramo. Desde la boca hasta aquí hemos utilizado la misma tirada de cuerda.
En este punto, existen varias opciones. La primera es
progresar en horizontal a una sala con distintas formaciones y cuyos bordes se precipitan al vacio. Aunque
se puede descender en oposición, siempre
es aconsejable el uso de cuerda para evitar riesgos innecesarios.
La segunda alternativa es bajar por otro sitio, más aconsejable, y que permite acceder a
sectores inaccesibles desde el punto anterior. Desde aquí , se destrepará un
par de metros por el lado derecho del llamado “pozo intermedio” y que
explicaremos más adelante. Una vez en la cabecera nos encontramos con varios
spits para realizar un anclaje en Y, que antecede al pozo de 33 metros. Después de varios fraccionamientos,
desviadores y algún pequeño péndulo, se alcanza la cota más baja (-71 m.), inundada
por un acuífero.
El almuerzo |
Antes de continuar con la exploración estuvimos degustando,
como ya es habitual, los productos propios de la Sierra de Cazorla que tan
generosamente nos ofrece siempre Jose Luis.
Montando el belén |
Incluso llegamos a cantar un villancico.
Explorando |
Juanma y Tomás con la topo |
Después nos dirigimos a la primera opción antes referida. Allí nos entretuvimos durante bastante tiempo intentando buscar la continuidad y, finalmente, llegamos a la conclusión de que para bajar al acuífero había que hacerlo volviendo atrás y a través de la segunda alternativa.
Jose en la cabecera del pozo del acuífero |
Juanma subiendo |
El acuífero |
Jose montó la cabecera e iniciamos el descenso. Entretenido y con algún que otro paso complicado. La instalación, la verdad, no nos gustó mucho ya que consideramos que se podía haber hecho de otra manera más cómoda pero, como siempre, hay que agradecerle, al que la hiciera, el trabajo realizado.
Finalmente llegamos al acuífero. Allí descansamos un poco y comenzamos el camino a la inversa. La subida ser realizó sin novedad.
Juanma saliendo |
Jose Luis "emergiendo" de las profundidades |
Jose recogiendo |
Una vez en el exterior, recogimos el material y volvimos al
coche. Eran las cuatro y media de la tarde. Allí nos despedimos unos de otros y
nos emplazamos para el último fin de semana de 2013 hacer otra salida…que mejor
forma de despedir el año que hacerlo escuchando el silencio.
Por cierto...¡¡¡Feliz Navidad!!!
Pulsar para acceder a video reportaje fotografico Sima Blanca
Por cierto...¡¡¡Feliz Navidad!!!
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