5 nov 2012

SIMA DEL TORO (SIMAT DE VALLDIGNA)

Topografía Sima del Toro
El pozo de 35 metros















(Adptación crónica Jose Luis)

Los espeleólogos somos parte de la sociedad. Hay quien diría que parte “un poco rarita”, pero al fin y al cabo parte de la misma, y muchas veces no nos podemos abstraer de participar en tradiciones, celebraciones y fiestas de nuestra cultura social.

Fraccionando
Nadie había caído en un principio en el día en el que salíamos a realizar esta exploración (semana de difuntos). Simplemente Josep nos urgía que tenía que hacer tomas para el vídeo reportaje y nosotros elegimos al azar esta Sima del Toro como bien podíamos haber elegido otra. Pero, ¿realmente esto era así?, ¿era mera casualidad haber elegido aquella sima?. Nosotros pensábamos que sí, pero los senderos de la vida muchas veces te conducen a situaciones que realmente y a posteriori te dejan algo frío y perplejo.

Josep con la cámara
"Hoy no es nuestro día", protestaba amargamente Jose cuando, después de habernos pegado un subidón antológico hasta el Plá del Toro, no hacíamos más que pegar vueltas y vueltas por aquella escarpada meseta buscando la citada sima. Después de haber ascendido hasta allí por un sinuoso y empinado sendero no apto para cardíacos, no había forma de encontrar la dichosa boca de la sima.“Hoy no es nuestro día”, repetía Jose, “esta comenzando a anochecer y nosotros sin encontrar la puñetera sima, ¡¡pero si la boca mide mas de 15 metros!!. Definitivamente hoy no es nuestro día.”

Jose Luis protestaba amargamente: “siempre igual,  años de práctica de espeleo y recuerdo que siempre nos ha pasado lo mismo, nos volvemos locos buscando las entradas a las simas… ¡Pues nos quedan menos de 20 minutos de luz...!”

Habitante de la sima.
Gonza trasteaba incesantemente con su móvil de ultima generación, y no hacía más que menearse de un lado a otro de manera que parecía estar nervioso, y en ese momento dice: “¡ya está, tengo cobertura de Internet y termino de enlazar con una página Web que da otra descripción de la localización de la sima!” Gonza nos empezó a leer y fue cuando alguno que otro caímos en el error. Nos habíamos pasado el cruce de la sima. Habíamos subido demasiado. Las coordenadas de GPS que teníamos y que nos habíamos bajado de la red no eran las correctas. Jose salio rápidamente del error: “las coordenadas que han colgado son las coordenadas del Plá del Toro y no las de la Sima del Toro”. Gonza nos leyó nuevamente la descripción y ya tuvimos claro que nos habíamos pasado el cruce.

Estudiando la topo
Jose fue controlando la altitud con el GPS, ya que era la única referencia que figuraba en la descripción de la ruta de Gonza y comenzamos a desandar el sendero. En 15 minutos, casi a oscuras y alumbrándonos con los cascos puestos, identificamos el cruce que coincidía con la altitud marcada y a los pocos metros localizamos la boca de la sima. Allí estaba, cubierta de densa y tupida vegetación, lo cual  nos hacía ver que esa sima hacia bastante tiempo que no se exploraba.

Gonzalo durante la exploración 
Pronto Jose comenzó la instalación de cabecera y equipó rápidamente el acceso a la sima. Él mismo comenzó a descender. Era ya noche cerrada, hacia frío, y todos estábamos deseando bajar para entrar en calor. A los escasos metros de bajada Jose se dio cuenta de que habíamos equipado por el lugar menos adecuado pese a que habían 4 spits colocados, así que decidió cambiar de aparatos subir los escasos metros que había descendido y reequipar en otra parte de la boca que fuera mas propicia, ya que aquí la cuerda rozaba peligrosamente. No tardamos mucho en tener preparado el otro punto, montar la cabecera y comenzar a descender.

Trepando por la pared
El pozo que había que bajar era de unos 35 metros, con tres fraccionamientos intermedios. Fue al llegar al fondo del pozo cuando nos encontramos con la placa mortuoria colocada en la pared:“ A Ernesto Llopis  López   10-12-1961   S.E.S. “ Se trataba de un espeleólogo que se había matado en esta sima en diciembre del año 1961. ¡¡Menuda impresión encontrarnos con aquella placa allí!!En ese momento alguno llegó a pensar “¡que casualidad y nosotros aquí en el día de los Santos Difuntos!. Tal vez el destino lo quiso, pero mira por donde este año hemos cumplido contigo y te hemos venido a “visitar” el día de Difuntos como marca la tradición de nuestro país”.

Ninguno hicimos comentarios al respecto por aquello de las supersticiones, aunque la placa francamente impresionaba. 

La exploración de la sima nos gustó bastante, es una lastima que sus bellas formaciones estén tan secas y fosilizadas ya que en su día cuando el agua discurriera por ellas debían de ser francamente más bellas aun. Sorprendía mucho ver lo secas que estaban las formaciones pese a que en algunos sitios si que encontramos una cantidad discretísima de agua.
Subiendo

Todos nos divertimos y disfrutamos bastante. Josep filmó muchas tomas para el futuro reportaje, y poco a poco nos dimos cuenta de que había llegado la hora de salir.
Salimos todos sin más complicación que el cansancio lógico que a acumulábamos después de todo un día de trabajo que se había prolongado hasta las dos de la madrugada.

Alguno reconoció horas más tarde que cuando estaba sentado bajo la placa esperando el turno para salir, no pudo evitar rezar para sus adentros una oración en memoria de “Ernesto Llopis López“.

Agua con formaciones
Mientras esperábamos el turno para la salida algunos matábamos el tiempo cantando viejas canciones de espeléologos y campamentos. Tomás fue el último en salir y fue desmontando toda la cordada.

Estalactitas
Formaciones fósiles
Regresamos a los coches por la senda endemoniadamente inclinada y alumbrándonos otra vez con nuestras instalaciones de los cascos.
Era noche cerrada. Cinco espeleólogos por un sendero. Un perro aullaba y ladraba a lo lejos... y en ese momento, comenzó a llover. Alguien murmuró otra vez: “definitivamente hoy no es nuestro día”. Otros seguramente no estarían muy de acuerdo.

Adiós  Ernesto Llopis López,  te dejamos en los reinos de las profundidades, “DONDE SE ESCUCHA EL SILENCIO”.

Placa en la base de la sima
 









10 oct 2012

SIMA DE LA CEBOLLEJA (ENGUERA)

Entrada 

Cerca de Enguera se encuentra la Sima de la Cebolleja. Esta cavidad es considerada la de mayor importancia de la zona. Su descripción, junto con el resto de cuevas de la localidad, la podemos encontrar en el libro “Cuevas de Enguera” de Silvino Vila.

Bajando la primera sima
A la cueva se accede por una sima de 9 metros que da paso a una sala de 85 metros cuadrados. Desde esta sala se accede al “Pozo del Tornajo” de 30 metros decorado con diversas formaciones en todo su recorrido. Al final de esta sima nos encontramos con otro pozo de 19 metros, el denominado “Pozo del Cuchapandero”. Ya al final podemos encontrar varios pasos estrechos, de corta evolución, que llevan a la cota más baja. También podemos encontrar un gour con agua, de 2,4 x 1,6 metros.

Nuestro guía, Miguel
La exploración de esta cueva la realizamos el sábado (29/09/2012) y en la exploración tuvimos un guía excepcional: Miguel Aparicio, de Enguera. Contactamos con Miguel a través de Pepe (hermano de un miembro del grupo), que también vive allí. Miguel es un espeleólogo “de los de siempre”. Nos contaba que empezó en esto de las cuevas cuando tenía 14 ó 15 años y desde entonces, a veces con más intensidad y a veces con menos, la espeleología ha ocupado un lugar importante en su vida. Para nosotros fue todo un placer contar con su colaboración, no solo por los aportes técnicos y de conocimiento de la cavidad, sino también por su trato humano. Así que, desde aquí, gracias Miguel.

También en esta ocasión nos acompañó Rafa, que vino con un amigo suyo también aficionado a la espeleo.

Quedamos en Enguera a las ocho de la mañana y desde allí partimos por el camino de Benali hacia la Sima de la Cebolleja.

Esperando bajar por el pozo de 30 metros
Una vez allí, Jose montó el primero de los pozos y fuimos bajando a la sala principal, de donde partía el segundo de los pozos que tenía tres fraccionamientos en su recorrido. A este le seguía el de 19 metros , con otro fraccionamiento a pocos metros.

Recuperando fuerzas
Una vez estuvimos todos reunidos, ya en la parte final, dimos cuenta de las viandas que cada uno llevaba. Especialmente destacable Jose Luis que, siguiendo su línea habitual, nos ofreció una variada muestra de quesos y embutidos.

Cuando terminamos, comenzamos el ascenso, ya que teníamos prisa por terminar pronto debido a que Jose Luis trabajaba por la tarde. El ascenso también transcurrió sin novedad.

Durante todo el recorrido pudimos contemplar algunas bellas formaciones que jalonaban la cavidad, algunas de ellas, con una bonitas combinaciones de colores. También pudimos ver unos huesos, cráneo incluido, que habían pasado a formar parte de la propia cueva, ya que se habían fosilizado. De todas ellas tenéis aquí una muestra.


Formaciones
Formaciones polícromas
Huesos fosilizados
Gour

 


Una vez fuera, nos cambiamos y comenzamos el regreso a Enguera en donde nos despedimos unos de otros. Y así, dimos por terminada nuestra salida a la Sima de la Cebolleja. Atrás se quedó Enguera y ahora, mientras regresamos, vamos pensando en cual será la próxima cueva en donde escuchemos el silencio.
















































 
Pulsar para acceer a video reportaje Sima de la Cebolleja  
Pulsar para acceder a video reportaje fotográfico de la Sima de la Cebolleja

2 ago 2012

COVA DE L'AIGUA (CARCAIXENT)


Antes de la exploración

La Cova de l'Aigua está situada en el límite entre los términos municipales de Carcaixent y Simat de la Valldigna, a 3 km de La Barraca d'Aigües Vives, en las montañas del Realengo.
Al igual que hicimos la última vez, quedamos el viernes después del trabajo. Esta vez el punto de reunión fue en Xátiva, donde acudimos Jose, Juanma, Rafa, Josep y Tomás.

Juanma antes de un descenso
La aproximación la hicimos en dos coches, hasta que llegamos a un punto donde una cadena nos impedía el paso. Cargamos con las mochilas y el material y empezamos la marcha.

Tras hora y media andando bajo un sol abrasador, llegamos a la entrada. Esta consiste en una amplia boca de 7 x 2 metros, con mucha vegetación, y que comunica con una pendiente de unos 15 metros. La cueva, al no tener una entrada con pozo es frecuentada por los senderistas y ciclistas de montaña que se acercan por los alrededores.

Después de pegar un bocado, nos pusimos los artilugios y comenzamos la exploración. La primera dificultad que nos encontramos fue un destrepe, de unos ocho o nueve metros, que superamos con un rapel.

Rafa bajando
Según las indicaciones, nos encontrábamos en la Sala dels Gours. Allí nos desplazamos por una zona donde existían placas que indicaban la colocación de un pasamanos, pero que nosotros hicimos sin necesidad de instalar nada.

Al final de la sala llegamos a un punto donde comenzaba un pozo que, aunque está marcado como de 40 metros escalonado, la verdad es que es más una concatenación de pequeñas simas, algunas más largas que otras. En algunos puntos incluso llegamos a fraccionar.

En el punto final había que ascender unos cuantos metros para llegar a una sala en la que descansamos un poco.
Juanma y Josep en uno de los pozos
A partir de aquí toca regresar y poco a poco vamos superando el desnivel. En algunos puntos incluso Jose se permitía subir sin la cuerda…y es que, el que es un gato…

Finalmente, llegamos nuevamente a la salida cuando estaba anocheciendo, así que salimos al exterior para quitarnos el equipo aprovechando la poca iluminación natural que aun quedaba.

El regreso se hizo mucho más cómodo, ya que ahora la temperatura era mucho más llevadera. Cuando llegamos a los coches nos despedimos unos de otros y comenzamos el regreso. A casa llegamos pasada la medianoche.

A destacar varias cuestiones. En primer lugar Jose Luis y Gonzalo, a pocos días de la salida, nos comunicaron que no podrían venir como consecuencia de una operación en la familia; así que esperamos que vaya todo bien y que la recuperación sea rápida. También echamos de menos el “avituallamiento” que nos hace Jose Luis: los chorizos de ciervo, el salchichón de jabalí, el queso….que tan bien saben allá abajo.

Por otra parte destacamos también que esta fue la primera exploración espeleológica de Josep, que se vino con nosotros para ver las posibilidades de grabación en video de este mundo subterráneo. A él hay que darle un diez, pues se portó estupendamente, bajando, subiendo, andando…sin poner ninguna pega y facilitando la actividad, hasta el punto que fue uno más del grupo. Esperamos que se lo pasara bien y que nos acompañe más veces.
Dejamos algunas fotos y un enlace a unas de las pruebas de video que hizo.
En la última sala

10 jul 2012

LLENCA DEL SERRANO


EL GRUPO ANTES DE ENTRAR

Después de una triste semana de fuego en los montes valencianos por fin nos decidimos a realizar una nueva exploración. Aunque algunos ya habíamos estado antes, decidimos volver a visitar esta espectacular cavidad. Espectacular, sobre todo por la belleza de sus formaciones, es la Llenca del Serrano, situada en el término de la localidad valenciana de Tous.
GONZALO INICIANDO EL DESCENSO
Durante la Promesa del domingo pasado se nos ocurrió que podíamos salir el viernes después de trabajar, ya que todos (o la mayoría) teníamos la tarde libre. Así que quedamos en Tous a las 16:30 y allí acudimos Jose, Jose Luis, Gonzalo, Tomás y nuestro nuevo amigo Rafa, al que por fin conocimos. Faltaron Juanma y David, pero no porque no quisieran, sino porque no pudieron.
JOSE LUIS ADMIRANDO LAS FORMACIONES

El recorrido hasta la sima estaba salpicado por zonas quemadas del incendio. Por fortuna la mayoría es monte bajo y en poco tiempo se regenerará.
En algunos lugares fue el propio camino el que ejerció de cortafuegos y seguramente por eso la zona de la boca del pozo se salvó.
Montamos dos cuerdas para así hacer más rápidas las subidas y bajadas. Y así, después de unas cuantas fotos…para adentro.
COLADAS EN LA SALA PRINCIPAL

El descenso fue rápido…tal vez demasiado rápido. Que si era porque se habían limpiado las cuerdas…, que si era por su grosor…, que si era por el desgaste de los descensores…; pero en fin, el caso es que al final la bajada la hicimos sin ningún contratiempo, salvo por la desagradable presencia de un animal muerto justo en la base del pozo y que, como era de esperar, desprendía un olorcillo poco atractivo.
Una vez estuvimos todos abajo comenzamos el recorrido por la sala principal, descubriendo y admirando la belleza de la formas y haciendo fotografías.
JOSE Y RAFA CONTEMPLANDO LA CAVIDAD

El siguiente objetivo era entrar en la famosa Sala Ajado a la que se accede a través de una gatera de no mucha dificultad. Dicho y hecho.
Como mucha gente sabe a esta sala se la conoce, dentro de nuestro “mundillo”, como la Capilla Sixtina de las cavidades valencianas y, la verdad, que se tiene bien ganado el apelativo. Formaciones de todos los tipos y tamaños jalonan el paisaje subterráneo.
Cuando ya nos “hartamos” de tanta belleza decidimos volver a la sala principal y allí nos hicimos un “refrigerio” a base de chorizo, salchichón y queso principalmente, gracias a Jose Luis. Quedó claro que mientras esté Jose Luis habrá avituallamiento.
ESTALAGMITA JUNTO A LA ENTRADA A LA SALA AJADO


TOMÁS EN LA GATERA DE ACCESO A LA SALA AJADO
Después de reponer fuerzas había que prepararse para el ascenso. Son 45 metros los que nos separan de la superficie y hay que tomárselo con calma.
PANORÁMICA SALA AJADO
Los primeros en subir son Jose y Rafa. Esto de poner dos cuerdas está muy bien, pues así los ascensos son más entretenidos ya que tienes alguien con quien hablar mientras subes. A Jose y Rafa le siguieron Gonzalo y Jose Luis, y Tomás cerraba. Cerca de la boca había también un “amiguito” esperando: un pequeño murciélago asistía impasible a nuestros esfuerzos por alcanzar la superficie.
Salimos de la sima alrededor de las nueve y media y comenzamos el regreso a Tous para coger los vehículos respectivos y unos antes y otros después..a cenar a casa. La próxima será la Sima del Campillo
LA BOCA DE LA SIMA DESDE SU INTERIOR

4 jun 2012

SIMA DEL BARRO


Hace unas semanas tuvimos que aplazar la salida a la Sima del Colmenar que teníamos pensada debido a una lesión de un miembro del grupo, y decidimos pasarla al día 2, ya que era el único fin de semana libre hasta pasados los exámenes.
Como ibamos a tener poco tiempo, ya que teníamos que volver antes de las tres por motivos laborales, decidimos ir a la Llenca, una sima con fácil acceso y que nos permitiría cumplir el objetivo horario.
Teníamos además la posibilidad de que vinieran Rafa y Amparo, dos nuevos amigos que habían contactado con el grupo a través del correo electrónico y que estaban interesados en hacer espeleo con nosotros.
Pero la cosa se fue complicando…Primero Amparo nos dijo que no podría venir debido a que trabajaba ese fin de semana; cuando faltaban tres días para la salida “se cayó” de la exploración Jose que, de manera inesperada, tendría que trabajar el sábado; dos días después a Juanma le pusieron un examen sorpresa y debía de quedarse a estudiar…ante estas bajas no previstas barajamos la posibilidad de suspender la actividad, pero finalmente decidimos que no, que salir saliamos, pero que en vez de ir a la Llenca iríamos a un lugar más cercano y sencillo para matar el “gusanillo” de meternos en una cueva.
Elegimos ir a la Sima del Barro (o del Plá de les Llomes) en Serra ya que reunía las características que buscabamos. Pero antes de salir, una nueva baja, la de Rafa, que nos comunicó que tampoco podría venir.
Así que finalmente nos fuimos para allá, Jose Luis, Gonzalo y Tomás.
Para el que no la haya hecho, la Sima del Barro es una cueva pequeña pero interesante. Es una buena cueva para iniciarse en la espeleología ya que tiene de todo un poco: una pequeña sima de ocho metros, alguna gatera, algún destrepe, zonas en donde hacer chimenea, formaciones de diversos tipos,…en fin, pequeña pero entretenida y bonita.
Para nosotros no era una cavidad nueva ya que hace un par de años el grupo ya la exploró y además es una sima que algun miembro del grupo ha ido en varias ocasiones.
El recorrido fue rápido ya que eramos pocos y, aunque ibamos haciendo fotos por aquí y por allá, a la tres horas de meternos comenzabamos a salir.
Tal y como estaba previsto (esta vez si) dimos por terminada la actividad antes de las dos del mediodía.
Ahora a ver si hay más suerte para la próxima.
Dejamos una pequeña muestra de las formaciones que vimos.



  

27 feb 2012

COVA DEL CAVALL (OLOCAU)

En la localidad de Olocau se encuentra la Cova del Cavall.
Según la leyenda , la cueva se utilizó durante muchos años como santuario ya que en su interior se encontraba la figura de un caballo. Hasta aquí venían cristianos y musulmanes, en romería, para pedir salud y favores; el papa Calixto III (según se cuenta) ordenó destruir el caballo y que taparan la entrada de la cueva.
La Cova del Cavall se encuentra en la cima de  la montaña de Ali-Maimó, a la que se accede bordeando la peña por su lado norte. Se trata de una cavidad con una boca de dos metros de ancho y a la que se accede a través de una galería ligeramente descendente de unos 40 metros. Es una cavidad que presenta varias simas hasta llegar a los 103 metros  que se establecen como practicables. Según la descripción que encontramos, tiene dos simas de diez metros, una de ocho, una de treinta y cinco y una última de 23 metros. La cueva no presenta grandes salas ni amplias zonas de reunión durante la primera mitad del recorrido, pero si que tiene muchas formaciones y es entretenida.
A las ocho de la mañana quedamos todos en la entrada de Olocau para iniciar una nueva exploración. Esta vez nos acompañaban Gonzalo, David y Jose Luis.
Después de tomar un café en la plaza del pueblo iniciamos la aproximación hasta un punto lo más cercano posible a la cueva. Tras andar una media hora y con la ayuda del GPS por fin la localizamos. Muchas pintadas alrededor de la boca estropean el entorno natural y afean el paisaje.Ya en la boca de la cueva, nos preparamos el equipo, nos hacemos unas cuantas fotos e iniciamos la exploración.
Para algunos fue una nueva experiencia, para otros significaba retomar una actividad escondida en la memoria y para todos fue disfrutar de una mañana de espeleo en buena compañía.
Jose inicia la exploración y va montando, le siguen David y Juanma, luego Gonzalo y Jose Luis y cierra Tomás.
Una vez dentro comenzamos a explorar e intentar localizar la continuidad de la cavidad. No es muy díficil ya que están bastante señalizados los puntos en donde hay que anclar.
El recorrido se hacía algo lento. Las causas varias: había que buscar el camino correcto, eramos seis, nos teníamos que pasar parte del material ya que no todos teníamos el material individual completo y había que revisar y dar indicaciones sobre las técnicas de ascenso y descenso. Sin embargo el tiempo se pasó rápidamente, señal inequívoca de que lo estábamos pasando bien. Almorzamos en el interior de la cueva, en donde íbamos de rapel en rapel, con algún que otro fraccionamiento, algún desviador ocasional, alguna chimenea que realizar,... y muchas fotos que lanzar.Sobre las tres de la tarde terminamos la exploración y a las cuatro ya estábamos montados en los coches para retornar a casa.
Allí, en Olocau, se quedó el caballo, en las profundidades de la tierra...."donde se escucha el silencio".