
Rapidamente nos comimos el bocadillo, pues hacía viento y frío y estabamos deseando bajar a la sima para sentir el calor de la cueva.


La parte más interesante no se encuentra en ninguna de estas dos direcciones, sino que aparece justo por debajo del rapel del pozo principal. Allí tras bajar un destrepe de 3 metros, vamos recorriendo una estrecha grieta jalonada de diversas dificultades y que llega hasta una pequeña gatera situada a dos o tres metros del suelo. Aquí la corriente de aire nos indica que hay que atravesar este punto si queremos continuar hasta la otra entrada, la conocida como la Sima de la Serp.



El ascenso por el pozo principal concluyó sin ninguna dificultad.
Rapidamente recogimos todo el material y sin quitarnos los monos iniciamos el regreso hasta donde habíamos dejado el coche (un par de kilómetros); pues al ser un sitio sin mucha vegetación, el viento recomendaba que nos cambiáramos en un lugar más protegido. Justo cuando llegábamos al vehículo recibimos un mensaje, vía sms al móvil, de nuestros amigos del Grupo de Montaña de la OJE de Valencia “Amunt i Avall”, comunicándonos que habían conseguido hacer cumbre en el último pico que les quedaba para conseguir el objetivo que se propusieron, hace ya varios años, de alcanzar las cumbres más altas de cada provincia española. Así que, enhorabuena compañeros, nuestro reconocimento y admiración por vuestro tesón y esfuerzo. ¡Felicidades!

Y ya sin más, nos cambiamos y regresamos a Picassent, desde donde cada uno partimos hacia nuestros lugares de origen.